La liga femenina de fútbol existe desde 2003 en Chile. Han pasado 18 años desde que aquel suceso se concretó; no obstante, las irregularidades y precarizaciones siguen vigentes.
«La Selección es una isla, es irreal porque nuestro torneo es muy malo. Debe mejorar la competencia. Ojalá se pueda profesionalizar el fútbol femenino», palabras de Karen Araya, mediocampista de la selección chilena.
Las realidades del fútbol femenino en Chile fueron expuestas luego de una investigación llevada a cabo por ANJUFF (Asociación Nacional Jugadoras de Fútbol Femenino) y la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.
El objetivo de la observacion fue «analizar las barreras sociales, culturales e institucionales que enfrentan las jugadoras del fútbol femenino en Chile para su desarrollo de carrera». Los resultados fueron logrados tras conocer la opinión de 592 jugadoras de distintos clubes pertenecientes a la ANJUFF.
¿Qué roles desempeñan las jugadoras de fútbol en Chile?
Según el estudio, un 43% juega fútbol y estudia al mismo tiempo; 27% juega fútbol y trabaja al mismo tiempo; 18% juegan fútbol, estudian y trabajan al mismo tiempo; solamente un 10% se dedica con exclusividad a la actividad deportiva.
La falta de compromiso se ejemplifica cuando se habla de relaciones contractuales de las futbolistas con sus clubes: un 4,4% tiene contrato laboral; más de un 60% está inscrita al campeonato ANFP únicamente. Los números son catastróficos en la Primera B: 0,8% tiene contrato laboral.
Las diferencias ecónomicas son una realidad. ¿Por amor al arte? Lo cierto, es que aquel sacrificio tiene cifras que reflejan un severo déficit económico: 83,0% no recibe salario; 8,5% M$100 – 499; 5,8% M$ menos de 100. En la Primera B un 1,7% han acordado beneficios económicos con sus instituciones.

¿Dónde entrenan las jugadoras de fútbol?
Las condiciones para un entrenamiento óptimo en la Primera B están con cifras rojas. 41,9% declara que no existe agua caliente ni duchas; en la Primera A, un 34,4% lo considera regular.
Dentro de las jugadoras de Primera División, un 46,5% considera una condición regular de las canchas de entrenamiento. Cifra similiar, 47,9%, para las futbolistas de Primera B. Destaca la utilización de canchas sintéticas, como lo refleja un testimonio incógnito: «Respecto a las canchas, se necesita un cambio urgente de la cancha sintética donde entrenamos».
¿Se sienten seguras las futbolistas?
El diagnóstico nos enseñó que, las jugadoras de fútbol de entre 15 y 20 años, un 1,4% indica que ha sufrido acoso por algún integrante del equipo. Sobre las bromas de doble sentido, para las deportistas de 31 años y más, un 17,9%, ha sufrido silbidos o conductas inapropiadas.
En la Primera División, un 14,4%, indica que ha sido víctima de discriminación de género, tanto en el plano nacional como internacional (Copa Libertadores). Las jugadoras de Primera A, declaran que existen con bastante frecuencia practicas de discriminación en los beneficios y remuneraciones, marcando un 42,6%. En la Primera B, un 49,6%, opina lo mismo. Un testimonio, declaró: «Nos discriminan por ser mujer que les gusta un deporte fuerte, no nos pagan y nos exigen de todo».

¿Por qué el fútbol? Las mujeres toman cada vez más protagonismo con el balón. Niñas de todo el país desean jugar, aun con la latente de las condiciones. La investigación visibilizó un amor único con el deporte: «Por el placer de jugar al fútbol» y ser «Jugadora profesional», destacan. Cuando hablemos que el fútbol no es como antes, que no existe el amor a la camiseta, pensemos en las 592 jugadoras de fútbol que fueron parte de la radiografía.
Para un repaso minucioso al estudio completo, visitar https://anjuff.cl/
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